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Orando según la voluntad de Dios

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Lucas22:41-44 «Y él se apartó de ellos a distancia como de un tiro de piedra; y puesto de rodillas oró, diciendo: Padre, si quieres, pasa de mí esta copa; pero no se haga mi voluntad, sino la tuya. Y se le apareció un ángel del cielo para fortalecerle. Y estando en agonía, oraba más intensamente; y era su sudor como grandes gotas de sangre que caían hasta la tierra.»

Estaba pensando en lo que significa pedir de acuerdo a la voluntad de Dios.

Primero debemos saber que Dios ya determinó su voluntad en muchos aspectos, los cuales declaró en su palabra.

  • Mat 28:19-20 Por tanto, id, y haced discípulos a todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo;  enseñándoles que guarden todas las cosas que os he mandado; y he aquí yo estoy con vosotros todos los días, hasta el fin del mundo. Amén.
  • 1Tes 4:3 pues la voluntad de Dios es vuestra santificación; que os apartéis de fornicación
  • 1Tes 5:16 Estad siempre gozosos.
  • 1Tes 5:17 Orad sin cesar.
  • 1Tes 5:18 Dad gracias en todo, porque esta es la voluntad de Dios para con vosotros en Cristo Jesús.
  • 1Tes 5:19 No apaguéis al Espíritu.
  • 1Tes 5:20 No menospreciéis las profecías.
  • 1Tes 5:21 Examinadlo todo; retened lo bueno.
  • 1Tes 5:22 Absteneos de toda especie de mal.
  • 1Ti 2:3-4  Porque esto es bueno y agradable delante de Dios nuestro Salvador,  el cual quiere que todos los hombres sean salvos y vengan al conocimiento de la verdad.
  • 1Pe 2:15 Porque esta es la voluntad de Dios: que haciendo bien, hagáis callar la ignorancia de los hombres insensatos;

Entonces, sabiendo estas cosas, nuestra oración debería ser dirigida por estos mandatos, los cuales son claros y buscan nuestro bien.

La voluntad de Dios es como un candado con su llave. Cuando abrimos un candado es porque tenemos la llave correcta. No debería sorprendernos si podemos abrir un candado con SU llave, ya que la persona que lo creó lo hizo así. Hizo el candado e hizo también la llave la cual puede abrir el candado. Ahora, cuando quieres abrir un candado, pero tienes muchas llaves y no sabes cuál es la correcta, por lo general intentamos con todas las llaves hasta que por fin una es la que puede abrir el candado. Hay algunas llaves que se parecen mucho, hay otras que hasta entran y parece que van a poder abrir el candado, pero al final no lo hacen.

Pensemos que el candado es la voluntad de Dios, el lote de llaves es nuestra voluntad, nuestros deseos, los cuales no necesariamente son pecaminosos o tan lejos de la voluntad de Dios y junto con estas  llaves está también la llave de la buena voluntad de Dios, agradable y perfecta.

Muchas veces tenemos planes, proyectos y deseos personales que queremos concretar, muchas veces estos deseos buscan hacer la voluntad de Dios, pero no sabemos que es realmente lo que tenemos que hacer, entonces comenzamos a orar y Dios responde negativamente a nuestra petición. No es que Dios no responda cuando no recibimos lo que queremos o estamos esperando, es solo un NO a la petición que estamos haciendo. Creo que estos versículos ilustran muy bien lo que quiero decir.

Rom 8:26-28  Y de igual manera el Espíritu nos ayuda en nuestra debilidad; pues qué hemos de pedir como conviene, no lo sabemos, pero el Espíritu mismo intercede por nosotros con gemidos indecibles. Mas el que escudriña los corazones sabe cuál es la intención del Espíritu, porque conforme a la voluntad de Dios intercede por los santos. Y sabemos que a los que aman a Dios, todas las cosas les ayudan a bien, esto es, a los que conforme a su propósito son llamados.

Entonces después de haber intentado con las llaves de nuestros deseos, nuestras preferencias, nuestra voluntad, etc. El Espíritu Santo que está dentro de nosotros,  nos guía a usar la llave de oración correcta que está conforme a la voluntad de Dios. Y como dice Romanos 8:28 Y sabemos que a los que aman a Dios, todas las cosas les ayudan a bien, esto es, a los que conforme a su propósito son llamados.

Dios no nos defrauda, ni nos hace esperar para hacernos sufrir. Lo que ÉL quiere es que nuestra voluntad sea hacer su voluntad para su gloria.